POESÍA EXPERIMENTAL DE LOS 50 EN LENGUA NEERLANDESA

El verano de 2016 estuvimos en Ámsterdam, la ciudad de mamá. Papá estaba liado con un libro sobre poetas experimentales de los años cincuenta en la lengua de mamá, y estuvo durante un tiempo muy muy largo leyendo libros y artículos sobre ese tema y con las traducciones de los poetas que había seleccionado: estaba un poco loco, y así sigue, para qué nos vamos a engañar.

Según papá (siempre con sus locuras) es una poesía que tiene mucha relación con el arte y con los pintores del Grupo CoBrA, así que visitamos el Cobra Museum voor Moderne Kunst en la ciudad de Amstelveen, y tengo que decir que esas pinturas se parecían a algunas que hago yo misma o niños un poco mayores que yo, o al menos eso me pareció a mí.



Estuve jugando y corriendo por los pasillos, y una señora me llamó educadamente la atención, pero la verdad es que seguí disfrutando por aquellas brillantes galerías. También estuve en un taller de pintura, y allí hice algunos dibujos.


Días después papá me pidió que hiciera una fotografía de un paisaje de la campiña, cerca de Ámsterdam, y luego en España esa foto se sacó en un papel especial, en concreto en papel acuarela, y yo disfruté mucho decorándola con pintura de dedos, metía las manos y lo dejaba todo pringado, ji ji ji. Este fue mi primer trabajo: Geverfde vlakte [Llanura pintada], que fue como lo titulamos entre papá y yo. Quedó así, y más tarde sirvió de portada del ensayo sobre poesía experimental.

 

Comentarios

Entradas populares de este blog

HAY BASTANTE METAFÍSICA EN NO PENSAR EN NADA

MARCAPÁGINAS

EL POST-ITISMO, O CÓMO AHORRARSE UN PSICÓLOGO